mayo 12, 2008

El Soliloquio de los Números (El Nueve)


Existen algunos números que son feos y otros que son bonitos, tanto por su estética como por sí mismos, es decir por su expresión, si se fijan bien, hay números que llaman más la atención, que son más pomposos que otros, que destacan entre los demás, y esto es precisamente la belleza de cada uno, pero es una pomposidad diáfana y de inteligencia, algo pulcro.

Puerilmente podría decirse que todos los números son lo mismo, en el sistema numérico, pero por ejemplo, no hay número más ensimismado que el nueve, y lo digo con toda la seriedad del caso. Si usted lo ve bien, a detalle, puede ser un número muy bello y además tiene como una quietud femenina pero también tiene una virilidad intempestiva.

Ahora bien, tenga cuidado, por que si usted se distrae un poco, puede que un nueve se convierta en un seis y por eso hay que ser sigiloso cuando se le observa, por que aunque el seis también tiene su belleza, no es tanta como la del nueve. Por que con el nueve usted se siente bien hasta cuando lo pronuncia, sin ni siquiera pensar en él. Es más, usted puede pasar todo el día repitiendo el número nueve y verá que si esta enfermo, se sentirá mucho mejor de repente, como con más ganas de hacer las cosas, en suma más feliz y más vivo, vivo, por que el número nueve es como vivo, como con cierto libido, como que si usted lo viera caminar por la tablas de multiplicar o por los planos cartesianos, como que si en las rectas numéricas solo existiera el nueve.

Todo esto lo digo con el único afán de que si en algún momento de su vida se siente mal, no sienta miedo de pedirle ayuda a un número, por que aparte de que el número nueve sabe escuchar muy bien también sabe dar muy buenos consejos, sobre todo cuando se trata de cosas relacionadas con la comida y el amor.

Existen otros números que son muy simples, o muy feos, toscos, y para mi es como que no existen y de hecho yo ni siquiera los veo cuando realizo cálculos matemáticos o cuando pienso en cuestiones de la vida, importantes.

Un número que es muy simple es el uno, no tiene presencia, y a parte de simple yo diría que es bastante feo, por que si usted lo ve de frente es lo mismo que si usted lo viera de a lado, de perfil, como diciendo “que me importa todo”, es desinteresado y flaco, así que, yo creo que ese número aparte de simple también es feo e indiferente con el mundo, y es que si usted no tomara en cuenta el número uno en las labores matemáticas no se perdería mucho, por eso y por todas las consideraciones anteriores es que creo que el número uno es feo, como la ausencia.

Otro numero feo es el cinco, que si lo vemos por el lado amable, es medio redondo y es medio cuadrado, por tanto ni es de un tipo ni es del otro, de tal forma tenemos que no es nada, es decir, es otro que no sirve de mucho en el sistema numérico, de ahí que tampoco lo uso mucho.

Yo creo de esta forma que hay números muy bonitos, otros que no tanto y el resto que en definitiva, no sirven para nada, por que son muy feos e inservibles, como los órganos vestigiales.

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