agosto 09, 2021

La flor en la montaña y el idiota que rezaba

La tristeza de la lágrima sobre la mejilla
Tanto como añorar una de las mañanas,
cual despierto durmiente en cama vacía
No quedó el cabello, se fue la flor amada.

En este tiempo seco pero de fría llovizna,
el recuerdo emerge inmaculado perenne
Para no dejar los minutos al alma pérdida,
y de fuertes martillazos destruir su mente.

El regreso ya no es la anhelada promesa,
camina sola la petición desierta del idiota,
Durante cada noche que en el suelo reza.

La lágrima ya desaparece con su picardía
Hoy la flor sobre otra montaña se remoza;
El idiota ya no la ve; está allá en la lejanía.

 
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