diciembre 16, 2008

Delírium Trémens

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Ayer hace ocho días me encerraron. No estoy seguro del nombre del lugar donde me encuentro y de hecho no entiendo totalmente la situación. Lo último que recuerdo es que hace algunas noches atrás fui al bar de la esquina, el que esta frente a la entrada oriental del parque, la neblina era muy densa y la mayoría de la luz se refractaba en las mismas partículas de las bajas nubes. Eran como las 9 p.m. cuando llegué y el cantinero tenía una luz tenue en la barra, donde me senté y pedí un trago de Whisky y lo bebí apaciblemente, así fue toda la noche, con la paz de un muerto, como el sigilo de un secreto, hacia la madrugada como a las 3 p.m. pedí un último trago y cuando saqué de mi bolsillo unas monedas para pagar la cuenta una de ellas cayó al suelo, pero cayó de filo y por ello se fue rodando, la seguí con la vista, se fue hasta al puerta, salió más allá del bar, se fue por la acera hasta la siguiente cuadra, cruzó la calle y aún yo la seguía con la mirada, se detuvo frente a un hospital níveo, y lo más extraño y aunque parezca increíble fue que la moneda se detuvo sobre su propio eje, de filo. Caminé hacia ella y la recogí, la revise detenidamente, era igual a las demás, ya estaba un poco mareado por el Whisky por lo tanto no tomé ninguna determinación y decidí ir a dormir.

En la mañana, cuando aún no me levantaba pero ya me encontraba despierto pensé en la alegoría de la moneda, imagine que había sido un sueño pero la verdad era un sueño tan real que debía ser real y por ello aborté la opción de que pudiera ser un sueño, fue verdadero. Eso me causó mayor preocupación. Tan incesante era ese recuerdo en mi memoria que durante todo el día no pude hacer nada en el trabajo.

Toda la semana en mi pensamiento se mantuvo esa moneda tan simple y total, qué significaría lo que me sucedió?, esa fue mi incógnita más entrañada, era una delgada aguja que se inoculaba en mi mente tratando de explicar aquel acontecimiento, después de una semana ya ni siquiera fui a trabajar, ese día exactamente, 7 días después del acontecimiento fui al bar de la esquina y pedí varios Whisky´s, esperando a que una idea me llegara a la mente para poder resolver mi incesante obsesión, saber lo que significa esa moneda frente al hospital níveo.

Al final, no sé como terminó ese día, después del vigésimo sétimo Whisky no recuerdo nada más, solo recuerdo haber despertado en este cuarto inmaculado, sin camas ni sillas y que aun no sé que significa la alegoría de la moneda.
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5 Los Crucificados que comentan!:

Julia Hernández dijo...

Que desperante, a veces es mejor no saber el por qué de las cosas. Saludos.

andrés dijo...

Muy loco fren me encnato.... un realtyo lleno de preguntas y sin respuestas!

Amorexia. dijo...

Muy sutil, muy macabro, dejar en ascuas incluso al protagonista... excelente compañero!

Saludos a deshora.

Sweet carolain dijo...

muy plagado de incertidumbre, se transmite la sensacion del no saber..

saludos

Palas dijo...

me encanta como estas escribiendo!!!!!

Un beso mi cruficado!!!!! un abrazote!!!

 
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