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Parecía una leyenda urbana, cuando me la contaron no la creí mucho, pero un sábado durante una fiesta de cumpleaños la vi, y pude comprobar cuan distorsionada es la realidad en la que uno cree vivir.
Ella no tenía grandes atributos de belleza y menos de intelecto, de hecho no entendí completamente la intención de él para con ella, bueno, después lo comprendí, él quería una puta sin pagar y ella un sueño tonto.
Sara es una joven más o menos de unos 23 años de edad que vive en la zona de sur de la ciudad, en los barrios pobres, donde el ambiente no es nada alentador, solo hay casas viejas de madera con reliquias del siglo pasado, y la gente que las habita es aún más vieja. El santo patrón del barrio es el Niño Jesús de Praga.
Es pequeña de estatura y morena de tez, su figura no es voluptuosa, prácticamente no tiene senos, sus ojos son negros y sus manos no son tan suaves, la verdad no es muy atractiva. Él es un viejo de unos 60 años, con el pelo blanco y cachetes rosados, aparenta ser una persona educada, pero su vocabulario no lo demuestra, además la gente del barrio dice que es un mafioso, que “le gusta lo ajeno”.
Él se pasea con ella, con su putita barata, por el barrio, le prometió que sería su esposa y muchas cosas más, esas que le pueden endulzar el oído a cualquier joven.
Pero la relación es algo extraña, él nunca le obsequia nada, cuando salen a algún lugar ella paga su cuenta y si el invita siempre es lo más austero, no le gusta gastar en ella, en su puta.
Ella no tenía grandes atributos de belleza y menos de intelecto, de hecho no entendí completamente la intención de él para con ella, bueno, después lo comprendí, él quería una puta sin pagar y ella un sueño tonto.
Sara es una joven más o menos de unos 23 años de edad que vive en la zona de sur de la ciudad, en los barrios pobres, donde el ambiente no es nada alentador, solo hay casas viejas de madera con reliquias del siglo pasado, y la gente que las habita es aún más vieja. El santo patrón del barrio es el Niño Jesús de Praga.
Es pequeña de estatura y morena de tez, su figura no es voluptuosa, prácticamente no tiene senos, sus ojos son negros y sus manos no son tan suaves, la verdad no es muy atractiva. Él es un viejo de unos 60 años, con el pelo blanco y cachetes rosados, aparenta ser una persona educada, pero su vocabulario no lo demuestra, además la gente del barrio dice que es un mafioso, que “le gusta lo ajeno”.
Él se pasea con ella, con su putita barata, por el barrio, le prometió que sería su esposa y muchas cosas más, esas que le pueden endulzar el oído a cualquier joven.
Pero la relación es algo extraña, él nunca le obsequia nada, cuando salen a algún lugar ella paga su cuenta y si el invita siempre es lo más austero, no le gusta gastar en ella, en su puta.
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Andan de la mano como dos novios, enamorados, se besan por las calles del barrio, y se dicen palabras de amor. Sus propósitos no son nada evidentes, pero tal vez algún día los alcancen y sean felices.
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3 Los Crucificados que comentan!:
el amor de conveniencia nunca va a traer flores a la puerta de la casa ni promesas de una vida hermosa llena de hijos y cariño.
la facilidad de comprar la compañia...
mmmm, sino tenia pechos, no era voluptuosa, no tenia piel suave, y no era atractiva, porque iba a cobrar? jajaja
Parece mentira pero el "amor" por interes es + común de lo uno se imagina..
Es parte de esa terrible y dispar relación en el comercio actual... el amor suele ser comercio.
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