Las Ruinas de la Especie IV
La Rata
Tenía mucho sueño y la luna plateada ya iluminaba su ventana, por ello tuvo la necesidad imperial de dormir, descansar, cerrar lo ojos y dislocarse de la espacio.
Se fue a la cama con la misma parsimonia de siempre, de difunto. Se recostó suavemente, como muriendo otra vez. Lentamente perdió la consciencia y se inundó de un sueño que lo dejó estático.
Esa noche tuvo muchos sueños, pero uno en particular lo dejó con una sensación extraña, algo que no sentía desde hace algunos años. Esa sensación de vacío espacial, o de necesidad sin explicación, de angustia superlativa, esa sensación irreal lo inundó esa noche con ese sueño.
Soñó que estaba inmóvil en su cama, recostado con los ojos cerrados y de repente empezó a sentir un movimiento debajo del colchón, un movimiento extraño, como que un animal estaba entre la cama y el colchón y como él estaba estático no podía levantarse, no averiguar de que se trataba, así pasó por unos instantes, sintiendo es movimiento entre el colchón y la cama, era algo desesperante.
Después un rato llegó a la conclusión de que se trataba de una rata que se había metido entre su colchón y la cama, y después de lo incomodo que se sentía, por alguna razón la rata decidió salir, pero era mejor que no saliera, lo siguió era peor.
Ahí continuaba él, estático,inerte, frío y su respiración fuerte se escuchaba por toda la casa. El aire estaba frío esa noche y el sueño lo congeló más.
La rata se paró frente él, tenía grandes dientes, una nariz fea y en general su expresión era vacilante y grotesca, parecía un pequeño demonio traído del infierno.
Él solo la vio por un instante, y la rata sonrió y empezó a caminar hacía él, quiso moverse, alejarse, pero estaba inmóvil, la rata se acercó cada vez más, y mientras más se acercaba el temor, el asco y la repulsión se hacían más visibles en su rostro, su respiración se hizo más fuerte, la rata ya esta cerca, casi a su lado y él temblaba sin poder moverse. La impotencia la invadió.
Cuando la rata estuvo tan cerca de él, solo lo vio fijamente y de inmediato empezó a morder su pecho, se estaba comiendo su pecho, le arrancaba pedazos de carne, y entre su hocico rastros de carne y sangre se hallaban, a él el dolor lo mataba, pero peor era sensación, el asco ver una rata comiéndose su pecho. La rata se comía su pecho y el no podía hacer nada.
Era tan repulsiva la imagen y la incapacidad de él al ver a la rata casi comiendo su corazón, que definitivamente tuvo que despertar, ese sueño era demasiado para él, su respiración acelerada al despertar le recordó el terrible sueño, se levantó y revisó su colchón, no había nada, todo fue un sueño.
Fue tan real que no pudo dormir durante unos días. El sueño de la rata se volvió recurrente, igual que lo demás.
El Crucificado
Otra vez bajo tierra
octubre 15, 2017
La Rata: Las Ruinas de la especie IV
Etiquetas: adiós, ataúd, crucificado, cuento, especie, Gris, historia., muerte, novela, olvido, rata
El Oráculo de vida V
Las ausencias más largas son las que tienen probablemente historias más largas, sin embargo, al final no vale de nada tener una historia que contar, si la ausencia independientemente será la misma. Y lo que es peor, cuando no se tienen ni siquiera motivos para terminar con esa ausencia.
El cause de un río es muy difícil cambiarlo, es toda una aventura, a veces se emprende con un fin específico, y otras veces solo por capricho, en cualquiera de los dos casos es deseable que exista un objetivo, aunque sea el más básico, pero que haya uno.
Muchas veces se tienen expectativas, otras veces solo se espera la empatía del destino, y a pesar de todo, en muchas ocaciones no se tiene ninguna de las dos. Que desdicha la de algunos.
Con el pasar de los años cada uno descubre sus propios demonios, y también los del resto de la gente, que esos son más temibles. Y más indescriptibles e incontrolables.
Los propios demonios se pueden controlar, es más se aprende a vivir con ellos sin causar lesa a la humanidad, pero el resto de la gente parece que tiene problemas para sobrevivir a sus demonios. Seguramente todos pensamos así del resto y viceversa.
No quiero ser pretensioso, pero que difícil es darse cuenta que las personas no tienen los mismos ideales que uno. Es triste ver la degeneración de la humanidad.
El oráculo de mi vida lo he escrito con cierto desdén por la vida, y aquí sigo teniendo pruebas de ello. El tiempo es un abánico.
El Crucificado
Otra vez bajo tierra
agosto 24, 2017
El Gato I: Las Ruinas de la especie IV
Las Ruinas de la Especie IV
El Gato I
Etiquetas: crucificado, cuento, gato, historia, muerte, novela, oscuro, ruinas
Las Ruinas de Especie IV - Exordio a la IV parte
El Sueño: Los cocodrilos
De tarde sintió algo de sueño, pero no quiso dormir, por que sabía que si lo hacía de noche no podría dormir y los pensamientos volverían a él toda la noche.
Encendió un cigarrillo y se recostó un rato. No tuvo ningún pensamiento. Sintió un poco de frío, se acercaba el invierno, se puso su vieja chaqueta, trató de imaginar que con el cigarrillo le iba a dar sensación de calor, era una tonta fantasía.
De noche sintió que ya era el momento para dormir, se fue a la cama y apagó la luz, la poca luz que tenía en la pieza. Cerró lo ojos y fue lentamente perdiendo la conciencia y entrando en el lado más obscuro de sí, su temible inconsciencia.
Mientras dormía tuvo un sueño, distinto a los recurrentes. Soñó que estaba corriendo por una calle obscura, por el centro de la ciudad, la neblina no lo dejaba ver suficiente, corría desesperado, algo que no sabía que era lo seguía, sentía la necesidad imperiosa de correr, alejarse del peligro, sentía miedo.
De pronto, por culpa de la neblina y el temor que sentía, por el cual corría tan aceleradamente, no pudo ver bien, y se llevó un duro golpe al caer en el canal que el alcalde la ciudad mandó a construir para alimentar de agua el lago que estaban construyendo en el parque municipal.
Se agarró la cabeza, para sentir si se la había roto por el duro golpe que se dio, y en un segundo después se dio cuenta que estaba en el canal, que por ahí se alimentaría de agua el lago, y que también por ahí pasarían cocodrilos que irían al lago.
Exaltado se levantó y trató desesperadamente de salir de canal, pensaba en lo cocodrilos, en sus poderosas mandíbulas y su escamosa piel. Trató y no podía salir del canal, se desesperó, ya no podía más. Se despertó sudando de ese sueño.
No pudo dormir más después de tener esa pesadilla, se levantó y se sentó en el sillón.
Recordó el sueño, y observó por la ventana hacia la calle, no había ningún canal ni ningún parque. Durante varias horas estuvo pensando en lo que significaría el sueño, se levantó nuevamente a ver por la ventana, quería entender lo que significaba el sueño, pero tampoco pudo ver nada, lo único que pudo ver era mucha gente caminando por la calle, de un lado a otro, y como una chispa de fuego lo entendió todo.
En su mente vio un gran cocodrilo, gordo, caminando lentamente, arrastrándose, pero con gran poder en su mandíbula y de piel áspera, asquerosa y sucia.
El Crucificado
Otra vez bajo tierra
Etiquetas: cocodrilo, crucificado, cuento, miedo, novela, ruinas, sueño
agosto 21, 2017
Las Ruinas de Especie IV - Exordio a la IV parte
mayo 14, 2017
Romances Nocturnos
Silencioso arrullo de mis sueños
es tu imagen fina y etérea
Figura dorada de pañuelos
Mirada pasiva y serena
Me entretiene tu voz,
jovial y sobre todo delgada
Más aún, me enloquece tu sabor
de niña, bajo mis sábanas blancas [de Holanda]
Luz de luna plateada
Me atrae tu mirada
Estoy en una encrucijada
Solo quiero decir, te quiero ver
más aún, te quiero beber
En excesos, embriagarme, de ti...
mayo 12, 2017
Romance Inmaculado
Blanco ambiente de bruma
Imágenes en la neblina que me atrapan
Es tu mejilla rosa bajo la luna
y yo en la noche del volcán
La gélida brisa me envuelve
Mas tu calor interno me abrasa
Es tu piel de niña celeste
Adoro sobretodo tu cara
Observo tu hombro desnudo
y me enloquece tu sonrisa
Un solo gesto no sería oportuno
Y es tu mirada bella y diáfana,
la que me lleva sin ninguna prisa...
y me envuelve hasta el alma... [un poco más]
abril 07, 2017
El Oráculo de mi vida IV
abril 06, 2017
Del mes de abril